Encontré un ejercicio semejante al que Gianni Rodari propone en su libro «Gramática de la fantasía», en el título del libro más reciente de la escritora mexicana Lucía Izquierdo. Y los cuentos en su interior… ¡ya leerás!
Cuando Gianni Rodari trabajaba en las escuelas secundarias, ideó un nombre para la carpeta donde guardaba no las historias que contaba, sino el modo en que nacían: Quaderno di Fantastica (Libreta fantástica). Uno de esos ejercicios es el que propone escribir una historia tras reflexionar: «Qué pasaría si…»
Simplemente no se puede subestimar a ese disparador de historias. «Las hipótesis son redes: tú tiras la red y alguna cosa consigues tarde o temprano», escribió Novalis. Por ejemplo: «¿Qué pasaría si un hombre se despertase transformado en un inmundo escarabajo? A esta pregunta dio respuesta Franz Kafka en su Metamorfosis. No quiero decir con esto que la obra naciera como respuesta deliberada a esta pregunta, pero su forma es la del desarrollo de la hipótesis hasta sus últimas consecuencias» (Gramática de la fantasía). Así es Gianni, Kafka no se sentó con esa pregunta en la mente a escribir su maravillosa obra, pero sin duda tuvo que hacer alguna hipótesis y no dejarla hasta que de ella escurriera una historia. Ahora bien: Qué pasaría si… un día los pájaros nos atacaran. Parece que Daphne du Maurier sí pensó en esa premisa tras mirar a una gaviota que hacía movimientos extraños para una gaviota, en una playa de California. De esa reflexión nació su novela The Birds que después Hitchcock utilizó para su película del mismo nombre.
Ese ejercicio es uno de los que más éxito tiene cuando lo propongo en los talleres de escritura que imparto. Pero de pronto, como un pájaro atacándome, llegó otro disparador igual o más eficaz que el de Rodari.
«Si dispusiéramos de una Fantástica, como disponemos de una Lógica, se habría descubierto el arte de inventar»
Novalis (FRAMMENTI)
En la presentación del Libro Los oficios imposibles (Lapicero Rojo Editorial) la autora, Lucía Izquierdo, nos preguntó a los presentes si se nos ocurría un oficio imposible. Esa pregunta me abrió los ojos, las manos, las hipótesis. En seguida noté que era una herramienta de creación descomunal. En dos segundos pensé en pintor de agujeros negros; y vinieron más y más. No podía dejarlo pasar simplemente así. Tiempo después lo propuse en un taller. También le he preguntado a varios escritores/as, poetas y raperos que me digan alguno. En cada caso noto de inmediato en su rostro ese golpe a su lógica, ese desafío a lo fantástico. Como puede ver cualquiera, al final de la página se anuncia un concurso de Cuento con ese tema.
Por otra parte, los cuentos en el interior del libro tienen puericia fantástica. Están contados en un lenguaje cortés [guiño] y sencillo. Unos converse rojos son la base de la historia [guiño] del primer cuento. El segundo cuento ya desafía al anterior en el primer párrafo cuando dice, «quedaron atrapados
en su caja llena de sueños, cuentos y títeres; no sueños bobos [..] del niño que se vuelve héroe». Pero hace mucho más. El narrador duda, habla con quien lee.
Léelo y verás por qué te hice guiños. Anda, ve y lee, nutre tu imaginación fantástica.
Los títulos de los cuentos que contiene son:
Irrupción Histórica
El Dragón y la Luna
Los oficios imposibles.
Lo consigues dando click aquí.
Y a ti, ¿qué oficio imposible se te ocurre?