Menciones honoríficas – Minificción – Voz del Narrador

 

El día en que el mundo se volvió loco

El día en que el mundo se volvió loco, la pequeña Tonatzin ni se enteró; sólo comenzó a ir a los semáforos con una mascarilla de tela deshilada.

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Guillermo Calzada Pérez

 

 

Tesoro

Las señoras vienen diario, caminan por el monte con sus varillas picoteando la arena.

“Buscan un tesoro, Carlitos”, dijo mi mamá cuando le pregunté qué buscaban aquellas señoras. No me dejó acercarme. Tampoco quiere ir a buscar el tesoro, sólo las ve desde lejos mientras reza con su escapulario.

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Ali S. Martínez

 

 

La eternidad

—¿A dónde irás cuando mueras, abuelo?
—Estaré un rato bajo la tierra y de ahí… a la eternidad.
—¿Y en ese lugar, demorarás mucho?
—Depende…
—¿De qué?
—De tu memoria, hijo.

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Gregorio Campos Huichán

 

 

Las nubes

Mi hermana y yo recorremos el Parque Hundido. Las nubes lucen picadas. Según dicen, auguran sismos. Veo a una familia observando una estatua. Entre ellos, reconozco a alguien. Distraigo a mi hermana señalando las nubes, con el corazón a tope.

Aquel alguien es papá. Partió hace tres días.

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Rafael Salinas

 

 

Soledad

—¡Al fin sola!— aulló la tierra tras extinguirse la humanidad.

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Enrique García Perales

 

 

El risco

Él iba a saltar del risco cuando escuchó algo, caminó hacia el bosque y encontró a un cachorro abandonado, se lo llevó a casa.

Desde entonces creyó haberlo rescatado, pero descubrió que el perro lo salvó a él.

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Alex Valenzuela Senderovich

 

Preguntas

En Cuitzeo nació un niño capaz de responder cualquier pregunta. Afortunado fue de nacer en Cuitzeo; la gente acostumbrada a lo fantástico usaba su don para responder por la hora en que habría pan. Fue hasta que una niña le pregunto: “¿Cómo estás?”, que el niño murió de confusión.

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Luis Fernando Gil P.

 

Deseo

El niño meditó sobre el deseo para el genio. Se dio a la tarea altruista de salvar al mundo y le pidió que lloviera dinero. Durante todo un día las calles fueron cubiertas de billetes y las monedas cayeron como granizo. La crisis inflacionaria dejó a millones sin hogar.

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Patricio Garza

 

Prólogo del primer desamor

He recogido tantas flores como he podido del jardín, espero que mamá no se moleste, son para la niña que me gusta y sé que lo adorará, ayer le regalaron un ramo y de recompensa lo abrazó y besó antes de irse tomados de la mano.

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Nestor Daniel Luna Cortes

 

Incompleto

Música. Volumen. Enojo. Desconcierto. Recuerdos. Tortura. Llanto… Llanto. Llamada. Buzón. Llamada. Buzón. Audio. Disculpa. Ruego. Amenaza. Cosquilleo. Nuca. Miradas. Juicios. Retraimiento. Llamada. Buzón.

Semáforo. Rojo. Bajadas. Soledad. Verde. Acelerador. Velocidad. ¿Enojo? ¡Rabia! ¿Amor? Freno… ¡Freno! Tarde. Impacto.

Gritos. Desconcierto. Descenso. Negrura. Llamada… ¿Ella? ¡Ella! Tarde. Demasiado. Intento. Inútil. Nada.

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André López García

 

En la noche…

Ella sueña con un fantasma. Y ese fantasma se imagina lobos. Y esos lobos le aúllan a la luna. Y esa luna le susurra a ella, en el oído: sueña.

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Berenice Ibarías

 

Fractal

erso en la nada. Antes era ir hacia atrás o hacia adelante. Soy y no soy en la inmen Ahora es hacia la derecha, la izquierda, arriba, abajo, sin principio, sin fin, sin distintivo. surable adimensionalidad. He abusado y viajado tanto en el tiempo que me hallo inm

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Daniel Antonio García Escobar

 

Herencia

El perro nos miraba con palabras humanas en los ojos. Era como si viera más allá de nuestras intenciones. Adela tomó las llaves del auto y encendió el motor. Esos ojos proféticos nos miraron pasivos hasta que la carretera se los tragó. Ahí quedó, el último vestigio de papá.

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Danush Montaño Beckmann

 

Nadar entre vagabundos

Mi abuela dijo que los vagabundos suelen nadar en los charcos de lluvia. Un día me aventuré a comprobarlo y salté dentro de uno; observé un mar fantástico, extenso e indescriptible, donde los vagabundos eran peces; pero al intentar salir, no logré llegar a la superficie.

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Luis David Hernández Romero

 

Libertad soñada

Un pequeño loro mira al cielo, despliega sus alas con el viento, sobrevuela montañas, valles y ríos, de repente escucha las palabras:

—Pequeño lorito, despierta, es hora de comer.

Es así como el loro despierta del ensueño, atrapado en una jaula, añorando la libertad que jamás llegará.

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María Lizbeth Pérez Martínez


Nota: También vamos a publicar cada una en Facebook y Twitter, para que las puedan compartir.

10 comentarios en “Menciones honoríficas – Minificción – Voz del Narrador”

  1. En medio de un mundo convulso las buenas noticias son LUZ, ¡FELICIDADES a todos los que recibieron una mención honorífica y FELICIDADES a Voz del Narrador! por brindar tiempo y espacio luminoso que abre camino al talento <3.

  2. Felicidades por el éxito de esta iniciativa. Les agradecemos el foro de expresión tan valioso.
    Y felicidades a la ganadora y las menciones honoríficas. Excelentes muestras de talento y reflexión.

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